sábado, 1 de septiembre de 2007

El niño predicador

A estas alturas todo el mundo (o casi) conoce al niño predicador; una especie de monstruito enano, gritón y repelente que se dedica a sermonear por el mundo sobre los escenarios. Es como un predicador evangelista (de hecho es un predicador evangelista) pero en tamaño hobbit.

Dejaré de lado los primeros comentarios que me vienen a la cabeza cada vez que veo a alguien intentando inculcar sus creencias a otros, mientras afirman que el resto son una puñetera mierda, porque eso significa que ellos creen tener la verdad verdadera, y no hay nada peor que eso...

Bueno, para que veáis a qué me refiero, simplemente echadle un vistazo al vídeo y comprobaréis la tirria que da el panchito:



Pero como el "interné ese" es mu grande y mu malo, ya han salido algunas versiones. Por ejemplo,

El niño predicador vs. Freddie Mercury y el Another one bites the dust, de Queen:



El telepredicador de la pradera (sí, no podñia faltar Chiquitorr):



Y también hay quien contraataca con música y con palabras contundentes:




El último de un poco de miedo, pero si volvéis a ver el vídeo original del chamaco parlante, tras varios visionados te empieza a entrar una fobia enano-repelente-eclesiástica que para qué.

En fin, yo me quedo con los queen... "another one bites the dust, another one bites the dust, yeaaaahhh..."

Hasta luego!

Coco.

2 comentarios:

Adriana Bañares dijo...

te escribiría un párrafazo, pero no tengo fuerzas ni ganas. Qué más da, eso, que me gusta vuestro blog, es bonito y divertido. El mío también es la hostia de paranoico, porque lo escribo yo y cada vez escribo más porquería. Todo influye.
DE mayor quisiera ser modelo, pero creo que es muy dificil dejar de comer y obedecer órdenes, así que me conformaré con ser profesora de filosofía, para ver si consigo organizar suicidios colectivos entre mis jóvenes alumnos.
En otro orden de cosas, debo decir que el color rosa no convina del todo bien con el rojo. Me resulta una convinación realmente morbosa y chirriante. Otras convinaciones del estilo serían el rojo y el verde, aunque esos dos colores aún aún pueden ser soportables.
Un color, el más bonito, el color de naranjito.
Y con amor colorido se despide esta niña que no hace más que ruido.

besitos naranjas.

Coco dijo...

Me ha gustado mucho la frase de "el mío también es la hostia de paranoico", jejejee, por fin obtengo el resultado de mis esfuerzos; uno es raro, pero mola, que cojones!

Un saludo!

PD. Recuerdame que no me apunte a tus clases de filosofía (al menos de momento), que los suicidios colectivos prefiero dejarlos para los japos.

PD2. Naranjito Powa!