sábado, 19 de agosto de 2006

El Metro

Estoy hasta las narices del metro... uno sale de currar tarde, como siempre. Es viernes y tienes ganas de volver a casa.. y te encuentras por el pasillo un monton de viejunas colapsando todo y cerrandote el paso aunque intentes adelantarles por el exterior de la curva, cual Farruquito al volante... Después vienen los guiris, que no se empanan de por que lado tienen que salir... y digo yo, si han venido a ver la ciudad, coño pues que salgan por algún sitio y si se han equivocado, que aprovechen el viajecito de una calle a la otra...

Y el colmo de los colmos viene al llegar al andén... el andén es ese lugar donde en invierno hay 30 grados de temperatura, y en verano hay 38!

Tu llegas allí. Si no habías sudado... sudarás lo que no está escrito... y empieza la espera. Con la modernización de las estaciones han puesto carteles luminosos que indican cuanto tardara el metro... si, lo indican... pero a los pocos segundos el relojito se vuelve a retrasar, con lo cual tu llegas al anden y quedan 3 minutos y 20 segundos de por vida prácticamente. Vamos que el tren tarda 18 minutos en llegar, pero tu te quedas con la ilusión (o con la cara de gilipollas) de haber esperado sólo 3 minutos y 20 segundos.

Hasta pronto!

PD. Otro día hablaremos de la fauna humana que puedes encontrar en el metro, que tiene tela.

No hay comentarios: